Vecinos de Urca quieren recuperar todas sus plazas

lunes, 19 de agosto de 2013

Ya revalorizaron tres de los 11 espacios verdes. Es una iniciativa del centro vecinal que cuenta con la colaboración de artistas y organizaciones sociales.

Muchos barrios abiertos enfrentan el dilema de seguir encerrándose, por temor a la inseguridad, o volver a disfrutar de los espacios abiertos. Entre los segundos, se encuentra Urca (acrónimo de las siglas Urbanización Residencial Cerro Ampliación).

Domingos atrás, entre choripanes, gaseosas y artistas del mosaico trabajando en vivo, procedieron a reinaugurar la plaza Ingeniero Pablo Bracamonte, en Menéndez Pidal y Donaciano del Campillo. La iniciativa se da en el marco del programa “Volver a la plaza”.

Todo muy lindo y precioso el mural, pero “la meta es que la gente se apropie del lugar y lo cuide como algo propio”, señala Angélica Altamira, presidenta del Centro Vecinal. Esta parece ser la tarea más difícil, junto con la obtención de recursos para recuperar las 11 plazas del barrio.

Estilos de vida. Urca es un amplio sector residencial, en el noroeste de esta capital, ubicado entre Sagrada Familia, Emilio Lamarca y Mariano Larra. Hoy tiene 50 años de vida, y unos cinco mil hogares. La mitad son de gente mayor, generalmente propietaria. Muchos de esos hijos se fueron a otra parte. “Prefieren vivir en condominios o barrios semicerrados”, se resigna Julia Lamouroux, en nombre de varias amigas cuyos nietos “están de visita”.

Esta realidad es común a los enclaves tradicionales, desde San Vicente al Cerro de las Rosas. Sin embargo, de a poco se vuelven a ver parejas jóvenes y con niños. Consolidar esta tendencia implica actuar en comunidad, no sólo en materia de seguridad sino en lo que atañe a la preservación del entorno.

“El asunto es que los vecinos se fijen si alguien rompe o ensucia, y traten de impedirlo”, sostiene Mercedes Ramón.

De las 11 plazas de Urca, tres ya fueron revalorizadas: la República de Israel, en Cortajerena y Victorino Rodríguez; la Donato Latella Frías (por el intendente homónimo), en Menéndez Pidal y Roque Ferreyra, y la mencionada Ingeniero Bracamonte.

“A veces hasta tenemos que averiguar quién era esa persona, o por qué le pusieron su nombre”, confesó Angélica Altamira. Toda una alegoría del abandono que aqueja a los que otrora eran puntos de encuentro y socialización.

Cestos, un problema. Los hombres se encargaron de arreglar las escasas atracciones de la plazoleta Bracamonte. La Municipalidad cortó el pasto pero, “por falta de presupuesto, no puede poner más mobiliario” (bancos, juegos y mesadas).

Los que van a tomar mate tienen que llevarse reposera o esterilla, y algún mantel. Y volverse con la basura a su casa. La higiene es un problema.

El Centro Vecinal no consigue que la comuna provea más canastos. “El área de Espacios Verdes sostiene que la experiencia no ha sido positiva, y en parte tienen razón”, precisa Angélica Altamira. “Ellos colocan cestos y bolsas, pero son para los que vienen a la plaza y no para que el vecino arroje cualquier cosa en cualquier momento”, agrega. Esta mala costumbre hace que los contenedores se llenen de residuos que juntan olor y moscas y den mal aspecto, entre otras molestias.

Mural en flor. Sin duda, la mejor parte del programa “Volver a la plaza”, es la artística. Las chicas de Córdoba Mosaicos hicieron el segundo mural de la plazoleta en Donaciano del Campillo. El primero es un magnífico colibrí de reminiscencias precolombinas, obra de Adriana Mufarrege. Al promediar el encuentro dominical, los mosaicos emergieron en todo su esplendor, prodigando las flores, los pájaros y el colorido que la placita no tiene.

“Plaza recuperada, plaza conservada” es, o intenta ser, el lema de Angélica Altamira (69), Mercedes Martínez (67), Julia Lamouroux (75) y Mercedes Lallana (71). Sus edades dan prueba de la creciente participación de las mujeres mayores en la vida cotidiana.

El proyecto que han encarado es ambicioso en sus objetivos, pero modesto en recursos.

Trabajo conjunto. El mural fue donado por Córdoba Mosaicos. Está en al plaza Ingeniero Pablo Bracamonte, entre las calles Menéndez Pidal y Donaciano del Campillo. Lo realizaron artistas y alumnas. Se hizo con mosaicos y pinturas en una pared que estaba deteriorada. Técnica: pegado sobre malla de fibra de vidrio.

Artículo: https://www.lavoz.com.ar/cordoba/vecinos-urca-quieren-recuperar-todas-sus-plazas/